¿Alguna vez has sentido que el cambio digital no va contigo? es probable que sí. Este sentimiento aún está presente en algunas personas, quienes encuentran muy difícil el empleo de tecnologías, e incluso ven como amenaza que en sus organizaciones se implementen proyectos de tecnología e innovación.
Sin embargo, este porcentaje, es cada vez menor, ya que la nueva normalidad nos ha obligado a casi todos a integrar las tecnologías a nuestros hábitos, esto nos ha demostrado que la adopción y apropiación es más que posible.
Más allá de la aplicación de aparatos y softwares a los procesos de las empresas, la transformación digital apunta a una forma de pensar y hacer, con vínculos en la cultura, brindándonos la oportunidad de mejorar la productividad, competitividad, el valor para el cliente, e incluso descubrir oportunidades en la generación de negocios a partir de integrar tecnologías.
Existe la creencia que la transformación digital vendrá cuando seamos capaces de emplear con facilidad plataformas o programas tecnológicos ya sea en nuestro hogar como centro de trabajo. Sin embargo, veámoslo desde otra óptica, miremos la transformación digital como un medio que aportará a un propósito mayor: hacer del trabajo de los colaboradores y la experiencia del cliente lo más sencillo y ágil posible.
Para quienes quieran empezar con la transformación digital de su empresa o simplemente, sienten que no ven los resultados esperados, estas recomendaciones te serán muy útiles.
1. ¿Cómo empezar? Mira hacia adentro
El primer paso de todo cambio es reconocer las necesidades reales de tu organización ¿Qué modificar, por qué, para qué y cómo voy a transformarme?
Luego, es importante observar qué tecnologías que usa la competencia están funcionando. No te enamores de proyectos ajenos, cada organización es un sistema complejo y diferente.
Posteriormente, la clave está en analizar si tu organización cuenta con los recursos humanos, financieros, técnicos disponibles, así como las capacidades internas para que sea viable su implementación. En este punto es importante asignar los nuevos roles y responsabilidades así como el área que llevará a cabo la ejecución.
2. Sin trabajo en equipo y liderazgo no habrá transformación
El centro de toda transformación son las personas. Aquí los protagonistas son los colaboradores, ya que el éxito o fracaso depende de que tanto están involucrados. Entonces, ¿Cómo emprender este proceso?
- Despierta la curiosidad en los colaboradores y no el miedo, la curiosidad conlleva a la acción. Tienes 125 milésimas de segundo para lograrlo.
- Trabaja en un adecuado plan de comunicación del por qué y para qué del cambio, un sistema de recompensas y genera medios para atender las dudas de los colaboradores.
- Plantea eliminar ineficiencias operativas, entendiendo qué les disgusta a los empleados. Asimismo, identifica qué partes no son operativas, para dirigir la ayuda correctamente.
- Empezar a aplicar cambios pequeños y si es posible ir de forma incremental, nunca debemos imponerlos. Recuerda que es un cambio de hábitos de años, formas de hacer las cosas e incluso de mentalidad.
- Propicia un ambiente de trabajo colaborativo y creativo. La creatividad nutre la adopción.
- Convertir lo nuevo en costumbre, la idea es que la organización herede una mentalidad y que hacer digital, una cultura digital.
- Toma en serio el entrenamiento de los colaboradores en cuestiones teóricas y aun más en las prácticas.
- Es necesario que el líder comparta los resultados para que todos se sientan parte del proceso de cambio y se animen con la evolución y mejoramiento continuo.
3. Desarrolla una cultura digital
Este paso es el más importante y es transitar de una cultura tradicional y procedimental a una digital, lo que requiere de mucha paciencia y perseverancia. Esta nueva cultura tiene que beneficiar y ayudar en las actividades diarias que desempeñan dichas personas dentro de la empresa, incluso ello será el impulso para que incrementalmente ocurra la creación de nuevos procesos, herramientas y proyectos de innovación.
Por último, recuerda que todo cambio exitoso requiere de una planificación previa que tenga en cuenta no solo las necesidades reales del cliente, sino también la de los colaboradores.
Hoy la única alternativa es adentrarse a la acelerada era de digitalización y entenderla como parte de nuestra naturaleza cambiante que busca simplificar y automatizar procesos.